viernes, diciembre 08, 2006

La manzana de la verguenza


Hasta 1992, practicamente, la obra de Gaudí no era visible para el Ayuntamiento. Cuando Narcis Serra gobernaba la alcaldía, pudo comprar La Pedrera por muy poco dinero; incluso un empresario editorial que tenía alquilada la planta noble, ofreció su alquiler para las actividades de promoción de la Barcelona olimpica, que por aquel entonces buscaba sede, la respuesta siempre fue el silencio. En aquel tiempo miles de Japoneses visitaba con fervor religioso las obras de Gaudi.

Poco antes de las olimpiadas de 1992 La Pedrera fue comprada por la Caixa de Catalunya por 900 millones de pesetas. Una verdadera ganga para lo que representaba. Esta iniciativa fue seguida por otros empresarios y así, unos años más tarde, la Casa Batlló fue comprada por Seguros Iberia y luego por el dueño de Chupa Chus (Bernat) que invirtió mucho dinero, de su patrimonio, en la restauranción de la casa y siempre asesorado por los mejores profesionales.

Ahora, la constructora Himes está llevando a cabo la rehabilitación del edificio vecino a la casa Batlló (Patrimonio de la Humanidad) y SOS MONUMENTS ha solicitado que se expropien los cuatro últimos plantas (idea propuesta por la Academia de Belles Arts de St. Jordi) y recuperar el antiguo perfil de la manzana de la discordia destruido por la barbarie de la época de Porcioles. Sos Monuments denuncia además que, amparados en las actuales obras, se ha aumentado la altura en unos 80cm, según ellos, de forma clandestina.

La obra de Gaudí representa uno de los atractivo más importantes del turismo, motivo por el cual debería mimar su obra y poner ahora algo de su parte el ayuntamiento y no esperar a que filántropos le hagan su trabajo.

“ consentir, un disparate tan gordo en el corazón de la ciudad y en la más significativa manzana modernista del Ensanche, reconocida popularmente como la Manzana de la Discordia, es una cuestión de importancia capital que debería avergonzar, en primer lugar, a las administraciones encargadas de velar por la conservación del patrimonio catalán, y en segundo lugar, a todos los barceloneses por la incapacidad de defender sus monumentos.”, manifesta Sos Monuments

1 comentario:

Anónimo dijo...

Que se impliquen y apuesten en serio por el patrimonio.