Quimioterapia a los apartamentos turísticos en Ciutat Vella
El lobby hotelero no está dispuesto a permitir ni la pequeña competencia que ejercen unas hormigas. Se nota quién manda en esta ciudad. Si usted cuenta con un apartamento en Ciutat Vella dedicado a la actividad de apartamento turístico y lo tiene inscrito en la Generalitat, deberá solicitar un cambio de uso, de vivienda a apartamento turístico, antes del 31 de diciembre del 2006. Si no lo tenía inscrito, en aplicación del nuevo Plan de Usos de Ciutat Vella deberá cesar en la actividad y, si no lo hace, procederán a precintarle el apartamento. Miles de apartamentos están siendo notificados estos días, inlcuso antes de que venza el plazo.
Según la Generalitat apartamento turístico es aquella vivienda que se alquila con limpieza, con inmediata disponibilidad, para uso vacacional.
Como golpe de efecto, populismo de nuevo cuño, el regidor Carles Martí ha decidido aparecer ante los medios y la ciudadanía como verdugo del turismo. Que los ciudadanos perciban que ya no habrá más apartamentos turísticos en su vecindario. Que parezca que hay un freno a la transformación del barrio en un gran parque temático. Que parezca que los inquilinos ya no tendrán que competir con usos más rentables para las viviendas. Que parezca que todos los males serán solucionados atacando los apartamentos turísticos. Mientras las estadísticas muestran que la verdadera transformación la lideran los hoteles. Cientos y cientos de edificios, previamente desocupados, se transforman en hoteles. Frente a esta impresionante oferta, los apartamentos apenas constituyen un 3% de la oferta turística en Ciutat Vella. Una oferta especializada, de gran calidad, en la mayoría de los casos, que ofrece más que una habitación de hotel, y permite a los turistas que visitan Barcelona vivir durante unos días como si fueran vecinos. Los usuarios de este tipo de alojamiento pertenecen a la clase media de Francia, Alemania, Reino Unido, Italia, Holanda, etc…, con nivel cultural alto, viajan, solos o con hijos.
Bajo la apariencia del interés general, Ciutat Vella ha decidido aplicar quimioterapia a los apartamentos turísticos. Para no tener que indemnizar a los inscritos en la Generalitat, ha decidido que solo puedan continuar unos 850, aproximadamente. En la memoria del nuevo plan de usos no justifica porqué ese número, ni justifica el porqué de la restricción en todas las zonas, ni si existe un estudio que apoye la decisión del plan de usos.
La potestad para ordenar los usos, atribuida en la carta municipal al Ayuntamiento, deviene en arbitratia y en un injustificado ataque a la libertad de mercado, garantizada en el artículo 9(3) de la Constitución Española. Los anteriores hechos hacen que este plan sea nulo de pleno de derecho y por ello Carles Martí, que actúa, seguramente envuelto en la tela de araña de sus técnicos, no puede hacer cesar legitimamente esta actividad.