domingo, octubre 25, 2009

"Intervenir es matar la calle", Carles Carreras


La Vanguardía ha convocado a 26 entidades de La Rambla para reflexionar sobre este espacio que recibe 70 millones de visitantes al año. De todos ellos quiero resaltar la opinión de Carles Carreras, vicerector de la UB.

"La primera reflexión que desde la Universitat de Barcelona quiso transmitir Carles Carreras es que "la Rambla no es nuestra, es de mucha gente" y está sometida al mismo proceso de crecimiento que el conjunto de Barcelona. "Los cambios que se detectan en la Rambla son cambios de la sociedad y es importante recordarlo. Quiero traer aquí el espíritu de la periodista norteamericana Jane Jacobs, una de las más influyentes del pensamiento urbano del siglo XX, en cuyo libro La muerte y la vida de las grandes ciudades norteamericanas (1961) defendió la tesis de que la muerte de la ciudad norteamericana era el asesinato de la calle. Nosotros no estamos a favor del intervencionismo en la Rambla. La calle, para que se pueda mantener, ha de ser un lugar de encuentro social. A veces es el encuentro de un pobre ciudadano con un ladrón, un violador o un asesino, pero hay muchos otros encuentros. En el momento en que regulamos y suprimimos determinado tipo de actividad, corremos el peligro de matar la calle, el espacio público, el lugar de encuentro. Nada de lo que pasa aquí es ajeno a lo que pasa en el mundo, por lo que para encontrar soluciones es preciso comprender los problemas", concluyó, y ofreció los locales de la universidad, un espacio de conocimiento y reflexión, para proseguir el debate."

sábado, octubre 10, 2009

"Una gestión ejemplar", medalla de oro para Millet


Las palabras de Carles Martí justificando la concesión de la medalla de oro de la ciudad al prohombre de la cultura catalana muestra lo bien informados que están nuestros políticos municipales. Dice Carlos Martí en su discurso que ...Millet logró implicar a las administraciones públicas y privadas...

"El acta parece hoy un mal chiste. En ella consta que el primer teniente de alcalde, Carles Martí (PSC), atribuyó al prohombre Millet "una gestión ejemplar" al frente de un equipamiento que estaba en una situación delicada. También le reconoció "que haya implicado a todo tipo de administraciones públicas y, sobre todo, el sector privado" (una verdad del tamaño del Palau) logrando así hacer del templo modernista espacio de referencia. Y para escarnio de quienes nada vieron –o nada quisieron ver–, otra perla: "Ha habido muchas peticiones de personas diversas que han solicitado la concesión de esta medalla", decía Martí. " Ramon Suñé, La Vanguardía.